sábado, 14 de marzo de 2020

La alfombra de Mikel



Anuncio original: OFERTA ALFOMBRA

Oportunidad precio normal 1800 euros alfombra persa, hecho a mano el precio 545 Tabriz 274x197




Miguel a Fidel:

Hola,

¿Aún vendes esa alfombra persa por 545 euros?

Miguel,


Fidel a Miguel:

Hola Miguel,

En efecto, la alfombra aun está en venta.

Fidel,


Miguel a Fidel:

Pues Fidel, la quiero yo, dime dónde te encuentras y voy ahora mismo a pagártela.

Saludos,


Fidel a Miguel:

Miguel,

6******* llámame cuanto quieras y concertamos un encuentro.

Fidel,


Miguel a Fidel:

Fidel,

No puedo hacer llamadas en este momento, yo te doy 600 euros pero retira el anuncio y dame una dirección cuanto antes.

Miguel,


Fidel a Miguel:

Hola Miguel,

Tú quieres comprarme la alfombra y yo quiero vendértela, no hay más gente interesada en este momento así que simplemente vamos a hacer las cosas con calma. Si vives en Madrid concertamos una cita para que la veas y si es de tu agrado hacemos el intercambio.

Un saludo


Miguel a Fidel:

Fidel, no me jodas.

Quita el anuncio de una vez. Vivo en Madrid, dame una dirección y estoy ahí enseguida.

Miguel,


Fidel a Miguel:

Miguel,

En este momento no me encuentro disponible. También pienso que las cosas no se hacen de esta manera. No retiraré el anuncio por la sencilla razón de que todavía no he vendido la alfombra, además de haber puesto más de uno.

Fidel,


Miguel a Fidel:

Te doy 1500 euros, tres veces más de lo que pides si me das un teléfono y una dirección. He estado buscándote por google a través de tu dirección de correo pero no me sale nada, está claro que no sabes lo que tienes entre manos, pero por favor, entra en razón. Te lo suplico, dime dónde está la alfombra, te pago por ella lo que quieras.

Miguel,


Miguel a Fidel:

Fidel,

Estás en peligro, hazme caso por favor. Esa alfombra es mucho más valiosa de lo que puedas imaginar. Hasta aquí puedo leer.


Fidel a Miguel:

Miguel,

He llevado la alfombra a un amigo mío que se gana la vida de tasador. Me ha dicho que es una buena alfombra persa, cosa que ya conocía, y que nueva tiene un precio de unos 1800 euros, cosa que también conocía, y que para venderla de segunda mano el precio oscilaría entre los 600 euros, cosa que también sabía. Me has hecho perder el tiempo, gracias.


Miguel a Fidel:

Fidel,

Esa alfombra no tiene precio. Esa alfombra la conozco yo mejor que nadie, llevo más de diez años buscándola. Tu amigo tasador no tiene ni puta idea de  alfombras, está claro que es el clásico amigo tasador que no tiene ni puta idea de alfombras. Por favor, Fidel, hasta ahora he sido educado y he contenido mis ansias de hacerte entrar en razón a base de técnicas que aprendí en mis años en Oriente Medio. Razona, dime donde tienes la alfombra y acabemos con esto.  Estoy dispuesto a dar mucho más de lo que tengo.

Miguel,


Fidel a Miguel:

Miguel,

No concibo que alguien pueda hacer una oferta que no puede pagar, ya que dices que es más de lo que tienes. ¿Qué te pasa con esta alfombra? Ya he quitado, momentáneamente, los anuncios.

Fidel,


Miguel a Fidel:

Fidel,

Me alegra ver que ya vas entrando en razón. Lo que me pasa es que es mi alfombra y la quiero recuperar. Cuando tenía 25 años me trasladaron a Oriente Medio, allí fue donde vi esta alfombra por primera vez, la utilizaba mi maestro Sakarihua, hijo de Ehvian, hermano de Shauron, nieto de José Pérez.

El caso es que mi maestro Sakarihua se murió en 1981, y me regaló su alfombra Kayto (la que tú vendes) la alfombra Kayto es una de las únicas cinco alfombras mágicas que quedan en la actualidad. Me pertenece legítimamente, pero en 1999, cuando tuve que abandonar abruptamente el país y volver a España, la perdí. Ahora, gracias a ti, podré volver a recuperarla.

Miguel,


Fidel a Miguel:

Miguel,

Preciosa historia, no lo dudo, pero sinceramente no sé qué esperas que te diga. Me saltas con que tengo una alfombra mágica, y yo me pregunto, ¿qué es una alfombra mágica? ¿Tengo que creerme que si me subo a ella saldré volando?


Miguel a Fidel:

Fidel,

¡No te subas a Kayto! ¡Es mía!

Miguel,


Fidel a Miguel:

Miguel,

La alfombra es mía y puedo hacer con ella lo que me plazca. Primero me montaré en ella si quiero y segundo pondré los anuncios de vuelta.


Miguel a Fidel:

Fidel,

No sabes controlarla, no te montes en ella, esto no es ningún juego, puedes meterte en peligro mortal. Kayto alcanza velocidades de entre 180 y 200 km por hora, sube a más de 3.000 metros y tiene una potencia de 300 pájaros. No hagas tonterías y devuélvemela ya.

Miguel,


Fidel a Miguel:

Miguel,

Dame tú una dirección, ya que tienes tanta prisa, e iré montado en la propia alfombra para llevártela.
Fidel,


Miguel a Fidel:

Fidel,

No te subas a mi alfombra, hay que tener muy poca vergüenza para usar la alfombra voladora de otro hombre. Deja de comportarte como un sarasa y devuélveme la alfombra de una puta vez.


Fidel a Miguel:

Miguel, no me faltes al respeto, esta alfombra no vuela, te lo aseguro, me he subido a ella, me he sentado encima, la hemos tirado por el aire y no vuela. Es una alfombra completamente normal. Ya me has hecho perder suficiente tiempo con este sinsentido. Los anuncios ya están puestos en su sitio, ahora sólo queda que tú te pongas en el tuyo y no me molestes más.

Fidel,


Miguel a Fidel:

Fidel,

Para que Kayto vuele tienes que sentarte en el centro con las piernas en cruz, agarrarte bien y decir con voz alta y clara las siguientes palabras:  ذبابة تطير السجاد الذي يعطي لي الضحك.

Miguel


Fidel a Miguel:

No vuela, es sólo una alfombra normal. Ya vale Miguel. Déjalo estar.


Fidel a Miguel (2 días después):

¿Cómo se pronuncian las palabras que me enviaste?


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