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original:
OFERTA ALFOMBRA
Oportunidad
precio normal 1800 euros alfombra persa, hecho a mano el precio 545 Tabriz
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Miguel a Fidel:
Hola,
¿Aún vendes esa alfombra persa por 545
euros?
Miguel,
Fidel a Miguel:
Hola Miguel,
En efecto, la alfombra aun está en venta.
Fidel,
Miguel a Fidel:
Pues Fidel, la quiero yo, dime dónde te
encuentras y voy ahora mismo a pagártela.
Saludos,
Fidel a Miguel:
Miguel,
6******* llámame cuanto quieras y
concertamos un encuentro.
Fidel,
Miguel a Fidel:
Fidel,
No puedo hacer llamadas en este momento,
yo te doy 600 euros pero retira el anuncio y dame una dirección cuanto antes.
Miguel,
Fidel a Miguel:
Hola Miguel,
Tú quieres comprarme la alfombra y yo
quiero vendértela, no hay más gente interesada en este momento así que
simplemente vamos a hacer las cosas con calma. Si vives en Madrid concertamos
una cita para que la veas y si es de tu agrado hacemos el intercambio.
Un saludo
Miguel a Fidel:
Fidel, no me jodas.
Quita el anuncio de una vez. Vivo en
Madrid, dame una dirección y estoy ahí enseguida.
Miguel,
Fidel a Miguel:
Miguel,
En este momento no me encuentro disponible.
También pienso que las cosas no se hacen de esta manera. No retiraré el anuncio
por la sencilla razón de que todavía no he vendido la alfombra, además de haber
puesto más de uno.
Fidel,
Miguel a Fidel:
Te doy 1500 euros, tres veces más de lo que
pides si me das un teléfono y una dirección. He estado buscándote por google a
través de tu dirección de correo pero no me sale nada, está claro que no sabes
lo que tienes entre manos, pero por favor, entra en razón. Te lo suplico, dime
dónde está la alfombra, te pago por ella lo que quieras.
Miguel,
Miguel a Fidel:
Fidel,
Estás en peligro, hazme caso por favor. Esa
alfombra es mucho más valiosa de lo que puedas imaginar. Hasta aquí puedo leer.
Fidel a Miguel:
Miguel,
He llevado la alfombra a un amigo mío que
se gana la vida de tasador. Me ha dicho que es una buena alfombra persa, cosa
que ya conocía, y que nueva tiene un precio de unos 1800 euros, cosa que
también conocía, y que para venderla de segunda mano el precio oscilaría entre
los 600 euros, cosa que también sabía. Me has hecho perder el tiempo, gracias.
Miguel a Fidel:
Fidel,
Esa alfombra no tiene precio. Esa
alfombra la conozco yo mejor que nadie, llevo más de diez años buscándola. Tu
amigo tasador no tiene ni puta idea de
alfombras, está claro que es el clásico amigo tasador que no tiene ni
puta idea de alfombras. Por favor, Fidel, hasta ahora he sido educado y he
contenido mis ansias de hacerte entrar en razón a base de técnicas que aprendí
en mis años en Oriente Medio. Razona, dime donde tienes la alfombra y acabemos
con esto. Estoy dispuesto a dar mucho
más de lo que tengo.
Miguel,
Fidel a Miguel:
Miguel,
No concibo que alguien pueda hacer una
oferta que no puede pagar, ya que dices que es más de lo que tienes. ¿Qué te
pasa con esta alfombra? Ya he quitado, momentáneamente, los anuncios.
Fidel,
Miguel a Fidel:
Fidel,
Me alegra ver que ya vas entrando en
razón. Lo que me pasa es que es mi alfombra y la quiero recuperar. Cuando tenía
25 años me trasladaron a Oriente Medio, allí fue donde vi esta alfombra por
primera vez, la utilizaba mi maestro Sakarihua, hijo de Ehvian, hermano de
Shauron, nieto de José Pérez.
El caso es que mi maestro Sakarihua se
murió en 1981, y me regaló su alfombra Kayto (la que tú vendes) la alfombra
Kayto es una de las únicas cinco alfombras mágicas que quedan en la actualidad.
Me pertenece legítimamente, pero en 1999, cuando tuve que abandonar
abruptamente el país y volver a España, la perdí. Ahora, gracias a ti, podré
volver a recuperarla.
Miguel,
Fidel a Miguel:
Miguel,
Preciosa historia, no lo dudo, pero
sinceramente no sé qué esperas que te diga. Me saltas con que tengo una
alfombra mágica, y yo me pregunto, ¿qué es una alfombra mágica? ¿Tengo que
creerme que si me subo a ella saldré volando?
Miguel a Fidel:
Fidel,
¡No te subas a Kayto! ¡Es mía!
Miguel,
Fidel a Miguel:
Miguel,
La alfombra es mía y puedo hacer con ella
lo que me plazca. Primero me montaré en ella si quiero y segundo pondré los
anuncios de vuelta.
Miguel a Fidel:
Fidel,
No sabes controlarla, no te montes en
ella, esto no es ningún juego, puedes meterte en peligro mortal. Kayto alcanza
velocidades de entre 180 y 200 km por hora, sube a más de 3.000 metros y tiene
una potencia de 300 pájaros. No hagas tonterías y devuélvemela ya.
Miguel,
Fidel a Miguel:
Miguel,
Dame tú una dirección, ya que tienes
tanta prisa, e iré montado en la propia alfombra para llevártela.
Fidel,
Miguel a Fidel:
Fidel,
No te subas a mi alfombra, hay que tener
muy poca vergüenza para usar la alfombra voladora de otro hombre. Deja de
comportarte como un sarasa y devuélveme la alfombra de una puta vez.
Fidel a Miguel:
Miguel, no me faltes al respeto, esta
alfombra no vuela, te lo aseguro, me he subido a ella, me he sentado encima, la
hemos tirado por el aire y no vuela. Es una alfombra completamente normal. Ya
me has hecho perder suficiente tiempo con este sinsentido. Los anuncios ya
están puestos en su sitio, ahora sólo queda que tú te pongas en el tuyo y no me
molestes más.
Fidel,
Miguel a Fidel:
Fidel,
Para que Kayto vuele tienes que sentarte
en el centro con las piernas en cruz, agarrarte bien y decir con voz alta y
clara las siguientes palabras: ذبابة تطير السجاد الذي
يعطي لي الضحك.
Miguel
Fidel a Miguel:
No vuela, es sólo una alfombra normal. Ya
vale Miguel. Déjalo estar.
Fidel a Miguel (2 días después):
¿Cómo se pronuncian las palabras que me
enviaste?
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